Normal Antioqueña

Salida práctica en contextos diversos:

Normal Antioqueña

Consideraciones generales:

  • Inicialmente hacemos un recorrido por las instalaciones observando la antigüedad del lugar más o menos cien años de historia, aunque este ha sido construido por etapas
  • Nos recibe la coordinadora académica Nora Liliana, nos habla de la historia de la institución académica: Institución arquidiocesal fundada el 21 de enero de 1936 con 600 estudiantes de clase alta, nos cuenta además que en Colombia hay 137 normales, existen 8 privadas y de estas hay dos en Antioquia: la normal de yarumal y la de buenos aires
  • El fundador fue monseñor Tiberio de jesus Salazar y herrera
  • Entre 1997 y 1998 el MEN se cuestiona la relación entre las normales y las facultades de educación, surge entonces el decreto 272 de 1998 que alude a la acreditación de todos los programas de educación
  • De 23 normales que empezaron su proceso para acreditarse, de ellas 7 no lo lograron
  • La certificación se dio por cinco años solamente, exigiendo cumplir con un ciclo complementario de cuatro semestres saliendo con el título de normalista superior

Reflexión pedagógica:

La Normal Antioqueña representa para mí un lugar más o menos conocido, hace mucho tiempo atras tuve una amiga que vivía muy cerca de allí y que efectivamente estudió en esta institución, por lo que no fue del todo ajena. Al ingresar al colegio sentí el orden y el buen cuidado que parece ser un denominador común en instituciones religiosas, me agradan bastante estos lugares, así que me sentí muy comodo. El recorrido por los pasillos me impregnó de una sensación como de disciplina, de cumplimiento, algunas alumnas sentadas afuera de las aulas y los docentes en su ir y venir ya terminando la jornada academica reflejaban el ambiente en el cual me quisiera ver algún día. De lo significativo que rescato, está el archivo pedagógico enmarcado en una habitación amplia y antigua que parecia conservar aún el espiritu de sus fundadores, los uniformes colgados, tantas máquinas viejas ya obsoletas contrastaban con los trabajos de muchas egresadas modernas, una vasta colección fotográfica abria una hollo negro hacia el pasado y permitía rapidamente comprender el peso de la historia y de los esfuerzos por formar integralmente a una innumerable cantidad de niñas, el compromiso de la coordinadora, de una docente que nos atendió y de las acotaciones del profesor Cesar dejaban ver que detras de esa enorme estructura había un componente humano superior.

En definitiva, me llevo una imagen de credibilidad y de trabajo bien hecho que me hacen pensar que un ideal de "calidad" en la educación tiene que ser más que una quimera o un simple y estructurado discurso teórico encerrado en aulas universitarias.